Jeidy Santiago Prieto


POEMAS



EL MENTIROSO DE PALABRAS CIERTAS


Poeta el que alza la voz, científico o creador; 

poeta conservador, liberal, o revolucionario.

Poeta socialista, federalista que en la alcoba sueña; 

poeta vasto en las penumbras, pobreza o riqueza;

poeta feliz cantando tristezas, 

mientras que el triste poeta canta grandes proezas.


Poeta es aquel mentiroso de palabras ciertas 

que a veces resulta ser más honesto usando palabras inciertas,

 en la que la palabra no es concepto 

sino la palabra es la que vuela según la imaginación 

de a quien la palabra llega sin salir ilesa. 


Al quien entendió, entendió, 

más no revelaré el concepto de poeta.

Qué cada quien entienda lo que entienda 

pues poeta, puede ser cualquiera que alzó el puño y la letra

convirtiendo la palabra en la voz que cambia lo que se piensa.

 

Poeta podría ser un corrupto político, 

un narcisista manipulador,

un psicópata asesino 

o podría ser un infeliz traidor. 


Poeta podría ser un científico o gobernador

activista, religioso o senador. 

Poeta es aquel que convierte de la palabra en belleza

haciendo que el oído de quien escucha se vuelva adicto a su son.



CUENTOS

Esperando

 


Me dejaste esperando en ese oscuro callejón, justo en aquel callejón donde le celebran a la muerte. Cada año, se adornaban de hermosos colores las afueras de aquella callejuela en memoria de los que partieron de ese lugar hacia la otra vida. Todos los días era absolutamente lo mismo, despertar y observar, no podía expandir mi visión hacia los lados, todo mi cuerpo se encontraba inmóvil; desde los dedos de mis pies hasta cada minúsculo vello capilar se encontraban paralizados.

No podía siquiera mirarme a mí mismo, lo único que podía hacer era abrir y cerrar los párpados, percibir todos los sonidos a mi alrededor. Me sentía como un completo extraño, ni yo mismo me conocía: me imaginaba a mí mismo como una rata tiesa después de haber comido un rico queso con una buena dosis de veneno.

Mi hija me iba a ver todos los días a ese sitio abandonado, se paraba en frente de mí y me contaba su día a día, acerca de su esposo, de sus sueños y sus anhelos. Incluso me presentó a mis nietos, que se parecían mucho a Jullissa, mi esposa, a la cual ya se la habían llevado el año anterior.

Los años pasaron y cada vez recibía menos visitas, la única compañía que me quedaba era una mujer, ella era alta y delgada, vestía de blanco y se paraba enfrente de mí, me tomaba del brazo y me tocaba el pecho y la frente. Todos los días me colocaba una cera blanca por medio de un tubo. No entendía. Llegué incluso a pensar que estaba muerto... ¿Será?  No; no creo que sea así, sigo vivo y esperando, he buscado la manera de moverme, aunque sea un poco, de alzar la voz, hablar y buscarte.  Pero no, sigo acostado en esta cama, esperando con un montón de cables, alimentándome con esa cera blanca, en esa estúpida cama, en ese estúpido y maloliente callejón del hospital.

El deseo más grande que tenía en este mundo era poder levantarme y buscarte, era como para que vinieras ya a mi encuentro. ¡Pero no! Aún no has apagado la última vela de mi vida. Ven por mí de una vez y llévame Muerte, porque yo dentro de esta agonía no aguanto más. Quisiera descansar ya, y aunque sea poder regresar cada año a visitar a mis nietos. Llévame muerte, porque muchos de los que te tienen miedo te los has llevado ya. Mientras yo, que ya quiero terminar este ciclo llamado vida no lo has hecho y como ya lo dije, me has dejado esperando y eso es algo que creo que no podré perdonarte jamás. 

 


Omnisciente

Esa noche ella se levantó espantada. Tenía una sensación terrible, era como si un sonido extraño entrara en sus oídos de manera rotunda, empezó a sentirse como en un vaso de agua. Mareo, mareo, mareo... ¡PUM! ¡PUM! ¡PUM!...
¡Luces!; ¿rojo?, ¡azul!, ver.... ¿Verde?, uní... ¿Espera qué? ¡Unicornio! NO, infinito Verde Azul Ro Rojo amarillo... No puede ser... AHHHHHH... ¿Otra vez ese unicornio? ¡Oooohhhh! de nuevo no. Por favor ¡No! ...

 

Yo veía sus pensamientos, era algo raro, ¿Acaso estará loca? ¡Bah!, qué va a ser, yo creo que son sus sueños... Ah sí, creo que sí, sí son sus sueños.

De repente sentí una sensación extraña, era como si me estuvieran observando. Volteé un momento y vi dos platos redondos y enormes, eran de color café blanquecino. Esas dos pupilas me vieron fijamente con una llama esclarecedora de venganza.

- ¿Qué es esto? -empecé a exclamar-. ¿Cómo? ..... Cómo puede ser que ella…. me  ve...

El viento empezó a soplar. Poco a poco la mujer se iba formando en el aire, ella tenía una sonrisa blanca y radiante, se acercó a mí sigilosamente a la oreja y con solo suspiro apagado se escuchó un “Hola”. De repente todo se empezó a distorsionar; formándose colores, figuras e imágenes desmesuradas.

- ¿Qué está pasando? ARGHH -gritaba desesperadamente-. UNICORNIO, PEGASO, ROJO AMARILLO, ¿VERDE?... ¡ESE MALDITO COLOR! NO, POR FAVOR, NOOOOOOO...YA NO... LASTIMA LASTIMA...

En ese ¡PUM! ¡PUM! ¡PUM! y BING BANG ¡KABOOM! -reflexionaba desesperadamente en voz alta.

 ¿Qué? No puede ser. Yo soy el que toma las riendas de esta historia, no puedo permitir que mi personaje me domine... Ella es la protagonista, no yo. Yo soy el que escribe en tercera persona, el omnisciente, el poderoso: el grandioso... Esto no es real. ¡NO ES REAAAAL! 

Mariana despertó con el lápiz en la mano y la cabeza recostada sobre la libreta en la que estaba escribiendo. Era sólo otra de esas anomalías comunes entre escritores, dónde ellos se vuelven protagonistas de su propia historia. Lamentablemente ella pensaba que aún seguía siendo la creadora de sus propios escritos sin saber que en realidad él que escribe sus pensamientos y su historia soy yo...

 OH NO... QUÉ, NO PUEDE SER... ¿QUIÉN?... NO SOY EL OMNISCIENTE.  YO, YO EL... EL QUE ESCRIBE EL DESTINO... NO ROJO, VERDE, UNICORNIO

OOOOOO... OOooooohhhhh!!!! SOOOoooy yooo. YOOoooooo soy!!!...

Argh. Qué sueño más raro. Era sólo otro sueño utópico y tonto, creo que seguiré escribiendo, debo terminar esto de una vez. Aunque pensándolo bien, a veces me pregunto si en realidad yo soy el que está escribiendo mi historia, puede ser que sólo forme parte de una historia donde soy un personaje más o incluso el protagonista principal.  No lo sé, ¿ustedes que piensan?

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